Señora Jueza, no sabía que
existía
Pensábamos que no existía porque hemos denunciado por
distintos medios y desde hace muchos años que nuestro patrón, Los sucesivos gobiernos
provinciales, nos pagan sueldos en negro, la mitad del sueldo en negro y nunca
hemos visto una reacción de la justicia laboral, pensábamos que no existía.
Pensábamos que no existía porque en las escuelas no
están dadas las condiciones de trabajo que marcan las leyes, tampoco las
condiciones para que se eduquen los niños y jóvenes, y las justicias, ni
la laboral ni la que debe proteger a nuestros niños, nunca antes habían
intervenido. No se han dado cuenta que no están garantizadas las condiciones de
habitabilidad, que muchas escuelas tienen riesgos y casos de derrumbe, que los
sanitarios no son recomendables para los niños y tampoco para los jueces,
pensábamos que no existía.
Su fallo es ejemplar, ante toda la miseria a la que
es condenado el sistema educativo, su fallo impide que reclamemos, al menos
impide que recurramos al derecho a huelga. Ahora bien, le pregunto ¿eso quiere
decir que nuestro reclamo no tiene fundamento?, ¿eso quiere decir que la
educación de los entrerrianos es lo que necesitamos o nos merecemos?, ¿qué está
muy bien que las escuelas continúen el proceso de deterioro, que está muy bien
que el presupuesto no prevea la compra de material didáctico y que está muy
bien que los docentes cobren la mitad de su salario en negro?.
Me resisto a creer que usted esté convencida de eso, entonces quiero entender
que nos está indicando que reclamemos de otra forma. ¿De que forma tenemos que
reclamar?, porque supongo que usted compartirá con nosotros que alguien tiene
que reclamar que no se abandone a la escuela pública. Talvez nos querrá indicar
con su fallo que cortemos el 100 % de las rutas y produzcamos el
desabastecimiento alimenticio de la población durante 90 días, o tal vez nos
sugerirá que solo dialoguemos mientras el gobierno provincial no cumple desde
hace muchos años con el 25 % del presupuesto para educación, mientras el estado
nacional no cumple con el 34 % de coparticipación federal, mientras vemos en
cada una de las pocas obras de infraestructura de las escuelas como se pagan sobreprecios
o mientras vemos que se asigna $ 1,25 para cada ración alimentaria.
Nosotros tomaremos su recomendación e iremos
buscando algunas de esas otras formas de expresar nuestro reclamo, pero
aprovecho a preguntarle porque no conozco de leyes, ¿está permitido cortar
rutas si no tenemos tractores para poner en el camino? A la pregunta se la
hago porque ya hemos estado en las rutas varias veces, pero solo con nuestros
cuerpos y nos han llevado presos, nos han reprimido y el año pasado nos asesinaron
a un compañero en Neuquén, se llama Carlos Fuentealba y aún la justicia no ha
procesado a los responsables intelectuales. De todas formas, seguramente vamos
a manifestarnos en las rutas, pero no creo que podamos mantenernos 90 días y no
nos gusta mucho eso de producir el desabastecimiento, pero de todas formas nos
gustaría conocer su mirada jurídica.
Otra cosa que le pregunto es si hay un rango o un
orden en las leyes que se puedan violar o la justicia tiene
predilección por algunas, porque desde mi pobre mirada de docente no jurista he
podido observar que la constitución es violable, por ejemplo en lo referente al
porcentaje de presupuesto para educación, la ley de coparticipación federal es
fácilmente violable, el pago del salario en blanco es una cuestión menor, la
ley de seguridad e higiene en el ámbito de las escuelas viene a ser una pavada,
pero el artículo 16 de la ley de paritarias provincial, aunque ahora no estemos
en paritarias porque consideramos poco seria la actitud del gobierno
provincial, es una ley suprema, que no se puede violar aunque no haya
paritaria, tendría algo así como rango de tratado internacional, está por
encima de todas las constituciones y leyes nacionales y provinciales. Por eso
insisto en la pregunta, ¿los jueces tienen predilección por algunas leyes o
todas se deben cumplir?. Yo seguramente en mi
ignorancia no he leído algún tratado sobre leyes y recurro a usted para que me
asesore.
Respecto al sistema educativo, que no es su ámbito de
desempeño, le comento algunas realidades que usted no tiene porqué conocer, es
solo a modo de anécdota sin importancia. Los edificios escolares arrastran un
grado de deterioro que lleva unos 40 años de desinversión,
el ritmo de obras que se ve en las escuelas, que es diferente al que se
promociona en la prensa, no es suficiente para detener ese deterioro, hay
escuelas que tienen filtraciones y algunas se están empezando a caer, dentro de
10 años van a ser muchas más; el monto para la ración alimentaria
de los comedores debería ser de $ 4,50, esos chicos que no pueden comer con sus
padres además tienen que comer con $ 1,25; la cantidad de jóvenes que eligen la
carrera docente presenta una profunda disminución a pesar del crecimiento
vegetativo, es decir, dentro de 10 años no va a haber docentes suficientes para
nuestras escuelas; el salario de un maestro con 10 años de antigüedad es menos
de la mitad de la canasta familiar y con un gran porcentaje de montos en negro,
eso hace que los jóvenes piensen en sus futuras familias y elijan otra carrera
u otro empleo; ¿ha probado subsistir con $ 1.500 por mes?, seguramente no le
sería muy sencillo y algo haría para reclamar, pero no es fácil entenderlo
cuando no se siente; las escuelas no tienen matafuegos y esto se combina con
instalaciones eléctricas obsoletas y ausencia de condiciones de seguridad, se
ven muchos cielorrasos de machimbre, es decir
una combinación fatal; las obras que se realizan son insuficientes, de mala
calidad y se pagan sobreprecios que no resisten una auditoría.
Estos son solo algunos ejemplos de lo que sucede en nuestro lugar de trabajo,
en el lugar donde concurren los hijos de los trabajadores de nuestra provincia.
Si su fallo judicial va a contribuir a solucionar todos estos problemas, estoy
dispuesto a aplaudir su fallo, pero me parece que en estos 20 días que nos
propone de conciliación, no podremos resolver ninguno, pero quiero suponer que
usted habrá tenido en cuenta todo esto y ha puesto el poder que le ha dado el
pueblo entrerriano al servicio del pueblo entrerriano. Dentro de 10 años,
cuando cambien los gobernantes, cuando cambien los jueces y los maestros sigan
en la escuela, me comprometo a recorrer con usted nuestras escuelas y
públicamente voy a reconocer que usted tenía razón si todos los problemas
actuales se solucionan a partir de este fallo.
Lo que nos queda claro es la coherencia entre los
tres poderes de nuestra provincia. El poder legislativo parece no intervenir en
la sanción de un presupuesto que garantice el derecho a enseñar y aprender, el
poder ejecutivo, el actual y los anteriores, aseguran una continuidad en la
política educativa que nos ha llevado a la emergencia actual y ahora el poder
judicial interviene limitando el derecho a huelga para que los trabajadores no
podamos expresar nuestro reclamo. Eso marca un proyecto compacto de gobierno,
una provincia con valor.
Los padres y docentes de Concepción del Uruguay hemos
invitado al Gobernador y a los Legisladores provinciales y nacionales a debatir
sobre el conflicto educativo y no hemos tenido respuesta del Gobernador y solo
se ha comprometido un Legislador a concurrir, en realidad sí tuvimos la
respuesta y fue no debatir sobre la problemática, ¿no se podrá mediante un
fallo judicial indicarles que vengan?.
En nuestra provincia los docentes nos resistimos
muchas veces a actuar de acuerdo a la letra estricta de las leyes y gracias a
eso está en funcionamiento el sistema educativo. Si nosotros aplicáramos a
rajatabla las leyes deberíamos suspender las clases en cada escuela
entrerriana, porque no se cumplen cientos de condiciones de seguridad e
higiene, pero los maestros y profesores les ponen el cuerpo a las adversidades
y ponen todo su esfuerzo para que se pueda desarrollar el proceso educativo,
también lo hacen las cooperadoras aunque no sea su función. Por eso decimos que
con los paros no se pierden días de clase, sino que en esos días se reclama por
las condiciones que se soportan todos los demás días del año. Si de los 180
días se dictan clases en 160, no se pierden 20 por culpa de los docentes, sino
que se ganan 160 por sus esfuerzos y con el injusto sufrimiento de los
estudiantes. En realidad se deberían perder los 180 si es por el rol del
gobierno, los docentes se esfuerzan para que lo planificado por el gobierno no
termine de destruir nuestro presente y futuro. Digo planificado porque el
presupuesto educativo dice claramente, solo hay que saber leerlo, que no se
destinarán fondos para tizas, que no se arreglarán los pupitres, que no se
comprarán matafuegos y que no se limpiarán los baños, ante este plan nos enfrentamos
los docentes, el personal de maestranza y la comunidad a través de las
cooperadoras. No es por casualidad que no alcancen las aulas para todos los
alumnos y haya que sobrecargar la matrícula, está claramente planificado.
Pero bueno, no la distraigo más, supongo que tendrá
que resolver los casos de peones en negro que denunció ante la prensa el
gobierno nacional, los casos de destrucción por sobrecarga laboral de los
trabajadores del frigorífico Granja Tres Arroyos que luego son despedidos con discapacidades,
la aberración de las cooperativas de trabajo para personal de empresas que
pierden todos sus derechos laborales, el problema de los niños bandera para la
fumigación de la soja con varios casos de muerte y todo el trabajo infantil con
la consiguiente deserción escolar, etc. que supongo que serán resueltos con la
misma celeridad que se ha resuelto este caso de la huelga docente.
En algo estamos de acuerdo, nosotros también queremos
que se termine la huelga, somos trabajadores y hemos elegido la escuela pública
con todo lo que ello implica, pero para eso queremos que se solucionen los
problemas que la motivan, pensando en el presente y en el futuro de nuestro
pueblo, en su fallo no se contempla la causa de la huelga, solo la huelga que
es la consecuencia. La lucha continúa, porque la escuela necesita que la
defendamos entre todos y como trabajadores estamos condenados históricamente a
luchar por nuestros derechos.
Víctor Hugo Hutt
Secretario General
AGMER Seccional Uruguay
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